Adele, antídoto contra el Brexit en Glastonbury

"Esta es la noche más feliz de mi vida"

Nueve años después de su casi anónimo debut en Glastonbury, Adele ha vuelto al festival de festivales, esta vez encaramada al escenario de la Pirámide, en un concierto intenso como pocos, que ha tenido también algo de 'talk show', con referencias más o menos veladas al Brexit: "No quiero escuchar más abucheos esta noche, después de lo que pasó el viernes".

Más de 200.000 jóvenes, presuntos votantes de la permanencia, pudieron desquitarse escuchando a la 'diva' de Tottenham, que se sintió como en casa cantando 'Hometown Glory', 'Rolling in the Deep' y 'Someone like you' (más de uno creyó escuchar 'Someone like EU', en referencia velada a la Unión Europea).

Adele volvió la vista atrás, cuando tenía 19 años y debutó en el tenderete de 'The Guardian' en Glasto. Con el pelo oscuro y la guitarra, irreconocible, tenía ya una voz reconocible entre mil. Meses después comenzó a grabar su primer disco, '21'. El resto es historia... "Esta es la noche más feliz de mi vida", reconoció al final tras casi dos horas de cháchara y concierto. "Estaba aterrorizada porque este escenario impone. Le tomé la medida el año pasado, cuando vine a ver a Radiohead... No sabía si iba a ser capaz. Me he sentido tremendamente a gusto entre vosotros".

La elección de Adele como gran estrella del Glastonbury 2016, compartiendo cartel con Muse y con Coldplay (que cerrará el festival el domingo), provocó inicialmente urticaria a los asistentes del festival. Las protestas no alcanzaron sin embargo los niveles del 2015, con la controvertida elección del rapero Kanye West.

"A los rockeros y a los punkies les digo: dejaros arrastrar por vuestras chicas, que no os vais a arrepentir", advirtió Adele de antemano. "Y a la gente que piense que soy demasiado aburrida para Glastonbury les digo: ¡Vosotros sí que sois jodidamente aburridos!".

A lo largo de la noche salieron incontables "fucks" de su boca y otros tantos "shits", uno de ellos cuando se quedó sin aliento en mitad de 'River Lea'. Pidió perdón a micrófono abierto -"el baile me ha dejado sin respiración"- y siguió adelante con tanta naturalidad como si estuviera cantando bajo la ducha (por suerte, la lluvia amainó a tiempo). Entre tema y tema, recorrió hasta el último palmo del escenario y entró en diálogo permanente con la platea, que vibró especialmente con los clásicos, bajó la guardia con las baladas y entró en calor con 'Hello' y 'Skyfall'.

"Glastonbury lo significa todo para mí, no es estoy mintiendo", dijo Adele, confesándose ante una niña de diez años que invitó al escenario y en la que se sintió reflejada. "Yo venía a este festival desde que tenía tu edad. Siempre quise llegar aquí, toda mi vida. Pero hasta esta noche estaba muy asustada".


Concierto de Adele en Glastonbury:




Vía: ELMUNDO.ES